miércoles, 18 de noviembre de 2009









La primera imagen fue una mujer subiendo a la combi. Me miró como para decirme aquí estoy, fijate bien que no estoy sola y observá atentamente lo que suceda.

Dijo que se llamaba Teresa y no pude menos que obedecerle.

Escribí la primera frase y de ahí en más mis manos no dejaron de teclear.
Fijate bien me decía Teresa, eso que estás escribiendo no es tan así. Entonces escribía, leía, borraba, buscaba palabras, cambiaba .

Miré por la ventanilla de la combi y traté de ubicarme. ¿Por dónde andaba?

Me animé y les dí a leer los borradores.

Y recibí devoluciones. El lápiz de la maestra fue como un bisturí sin anestesia.
Se desató una tormenta que casi nos ahoga a todos. Ahí quedé boca arriba tratando de recuperarme. El tiempo pasaba y la combi no arrancaba.
Me tomé un tiempo .Los dejé a todos que se arreglaran solos y me fui a recordar otros tiempos.

Cuando quise volver me encontré con una manifestación. Justamente pasó enfrente de la combi. Teresa me hizo señas para que subiera nuevamente. Dudé pero al fin lo hice.

Me sumergí en el teclado y seguí escribiendo. Casi el recorrido finalizaba .Me dio pena tener que despedirnos.
Quería guardar el viaje en algún lugar. Cámara de fotos no tenía y entonces pensé en editar un libro. Busqué una editorial que me allanara el camino.

Un libro debe ser un objeto atractivo por eso pensé en la tapa y confié en Santiago para que la diseñara.
Cuando me entregaron los ejemplares sentí un placer indescriptible pero tenía que conseguir más lectores.
El ovillo de Teresa fue pasando de mano en mano y entre todos siguen creando Puntos combinados. Yo intentaré tejer otras historias.

ANAHUARQUI BRIZUELA

1 comentario:

  1. Buenisimo Huarqui, espero tener pronto tu libro en casa para comenzar a entrar en ese mundo que creaste.

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